“OpenAI no está a la venta y la junta ha rechazado por unanimidad el último intento del señor Musk de perturbar su competencia. Cualquier posible reorganización de OpenAI fortalecerá nuestra organización sin fines de lucro y su misión de garantizar que la IA beneficie a toda la humanidad”, afirmó Bret Taylor, presidente de la junta, a través de la cuenta oficial de prensa de X (antes Twitter) de la compañía de inteligencia artificial.
El 10 de febrero de 2025, Musk, su empresa de inteligencia artificial xAI y un grupo de inversores, ofrecieron comprar la organización sin fines de lucro OpenAI por 97.400 millones de dólares, cifra que inicialmente reportó The Wall Street Journal.
Cuando se dio a conocer la propuesta, Sam Altman, director de OpenAI escribió en X: “No, gracias, pero compraremos Twitter por 9.740 millones de dólares si quieres”. A lo que Musk respondió: “Swindler”. En español, el equivalente más cercano sería “estafador” o “fraudulento”.
Elon Musk ha sido un crítico recurrente de OpenAI, acusándola de desviarse de su misión original de desarrollar inteligencia artificial para el beneficio de la humanidad. En 2023, el empresario demandó a la empresa y a Sam Altman, argumentando que la organización se había alejado de su modelo inicial sin ánimo de lucro y que, en cambio, se estaba transformando en una entidad con intereses comerciales.
En la actualidad, OpenAI sigue siendo una organización sin fines de lucro, aunque está en un proceso de transición hacia un modelo híbrido que le permite captar inversiones para seguir desarrollando sus modelos de inteligencia artificial avanzados. Esta evolución ha generado controversia, especialmente tras su alianza con Microsoft, que ha invertido miles de millones en la compañía.
El paso de Elon Musk por OpenAI fue clave en los primeros años de la organización, pero su relación con la empresa comenzó a cambiar hacia 2018. A pesar de ser uno de los fundadores, Musk se distanció progresivamente de la organización y renunció a su puesto en el consejo directivo. Las razones para este alejamiento no son del todo claras, pero se especula que sus diferencias filosóficas y de enfoque respecto al desarrollo de la IA jugaron un rol importante.
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